Hubiera convenido
traerla a su terraza
y lanzarla al viento.entre sus macetas
y cayera hecha lluvia de estrellas--chispas que parpadean en un rayo de luz--
sobre la sogalos broches
la ropa bailando de sol.
las canillas,
los picaportes de las puertas, el cenicero de bronce de los gatos
para que todo reluzca y brille
con el puloil inmaculado
de su nombre.
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