viernes, 26 de marzo de 2010

Campanadas










El reloj da tres campanadas
en el justo momento
en que atiendo el teléfono.
Me aturde con su tazón
de lágrimas
mi hermana
Y me dice: ¡Se murió!
¡Se murió mi madre!

Suenan las campanas de la misa
las campanas del cadalso
del oscuro
cantar
de las palas
en la tierra
el tan tan de las tapas de cemento
de los floreros de fundición
el crujido de los herrajes oxidados.

El reloj da seis campanadas
en el justo momento
en que abro la puerta.
Me recibe mi madre muerta
en camisón
y me dice: ¡Tarde!

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